jueves, 13 de marzo de 2014

las cuatro estaciones

                                     
                         La primavera

un nuevo capitulo de mi vida, florece en mi interior, en mi jardín las rosas florecen, por que tu estas. El néctar de tus labios me da la vida, tu dulce aroma, a violeta es inconfundible, haces que mis sentidos se desaten, a niveles superiores al infinito, cada vez que veo los cerezos florecer, contigo, mis versos florecen y se desatan, a confines inimaginables, mientras estamos juntos, el tiempo se detiene, siempre que te cojo de la mano, mi corazón se acelera, como el batir de alas del colibrí, tu piel tiene el mismo tacto que los pétalos de las rojas de mi jardín, como es posible que algo tan bello, pueda existir, eres el sueño de cualquier corazón noble, las rosas son rojas, por que te tienen envidia, eres sin duda, la primavera de mi alma.

                                     El verano

un nuevo día amanece, junto a tu lado, mientras cuento los miles de recuerdos, que tengo almacenados en el corazón, junto al viejo roble de la pradera, recordando los días pasados, y esperando los que nos quedan, días en los que hemos estado bailando, bajo las estrellas, mientras que ellas nos miran, días en los que, nos hemos quedado despiertos mirando el amanecer y las gotas del roció, de las hermosas flores de la pradera, días en los que hemos jugado juntos bajo la lluvia y nos hemos mojado mientras veíamos el arco-iris los dos, sin olvidar los días de amor y jubilo, que hemos compartido, cada día pasado contigo, es un día en el cual mi amor, por ti, crece sin control, todas esas aventuras maravillosas, te las debo a ti, tu eres el verano de mi vida, la mayor aventura que pueda existir. 

                                       El otoño

un nuevo aire reside, en el otoño que se aproxima, la hojas del viejo roble cayeron, dejando caer una voz, que flota en el aire, la voz de la vida, que me susurra y me dice que, un regalo del cielo caerá, algo que cambiara nuestro destino, algo que nos adentrara en la aventura mas apoteosica, de nuestras vidas, una semilla nacida de nuestro amor, una semilla que esta creciendo en tu ser, jamas me sentí tan abrumado y tan feliz, la fugaz idea de, tener un hijo contigo es indescriptible, para mi, seria mas que un honor, tal sentimiento tengo, que no soy capaz de describir, cada día que pasa me enamoro mas de ti, pues lo eres todo para mi, y junto a nuestro futuro retoño, sois lo mas valioso que poseo, sin vosotros, yo no podría existir.


                                                  El invierno

envejecimos juntos, y nos amamos, tuvimos una vida ardua y feliz, ahora, estamos en el desenlace, en el invierno de nuestra historia, en la tierra, querida mía, al igual que la noche se cierne sobre el día, la muerte se cernerá sobre nosotros algún día, pero no temas pues la muerte, es tan solo un paso a la eternidad, donde recordaremos nuestra vida, entre las miles de almas que gozan el resto de su existencia hasta el final de los tiempos, en el mas allá, recordaremos juntos los días amor y jubilo, recordaremos los días en los que estábamos con nuestro retoño, criando-lo y viendo-lo crecer, entre las flores del paraíso, mas crearemos nuevos recuerdos en el paraíso y nos reiremos entre los cantos de los ángeles.